The Sphere, March 1927

martes, 19 de octubre de 2010

Hollywood llega a Valladolid


Me faltaba esta semana una buena recomendación para vuestra agenda de arte y moda y ésta promete. Si tenéis un huequito libre y os apetece acercaos a tierras vallisoletanas no os olvidéis de pasar por el Museo de Pasión y visitar la muestra El Glamour de Hollywood. ¡Qué belleza de colección! Desde los vestidos más espectaculares de Marylin Moroe, Gloria Swanson o Rita Hayworth hasta los inolvidables trajes de Groucho Max o Chapin, pasando por una pitillera de Marlene Dietrich, la lámpara del café de Casablanca o curiosidades como las botas que lució el mismito James Dean en Rebelde sin Causa. ¡Lo más!
Este universo de glamour made in Hollywood forma parte de la colección de Maite Mínguez Ricort, una coleccionista de las de antaño que ha dedicado toda su vida al mundo del cine y a recopilar sus bellos tesoros. La colección que lleva su nombre está formada por más de 2.000 objetos, casi nada.

Voy a pasearme entre estrellas a ver si se me pega algo. Si pasáis por Valladolid disfrutad de la buena tierra y del ¡Séptimo arte! Será de Óscar. Hasta el próximo 28 de noviembre.


SALA MUNICIPAL DE EXPOSICIONES DEL MUSEO DE PASIÓN
Pasión, s/n. Valladolid De martes a sábados de 12 a 14 horas y de 18.30 a 21.30 horas. Domingos de 12 a 14 horas. Lunes y festivos, cerrado

lunes, 18 de octubre de 2010

Te casaste...


No se si ya lo había anunciado en alguna ocasión anterior pero... con redoble de fondo, por favor...¡Me caso! Así que como no podía ser menos este fin de semana tenía una primera cita, una muy especial con Las mil y una boda, la verdad es que el titulito ya tiene su aquel. Un salón montado a tutiplén que organiza IFEMA cada año y por estas fechas para que parejas casaderas o a punto de matrimoniarse (me encanta este verbo) vayan a pasar el día entre trajes, videos y fotos, ofertas de salones, invitaciones...Vamos, una locura.

Nosostros elegimos el sábado para nuestra cita. Así que nada más cruzar el lumbrar de la puerta de entrada del pabellón 14, bueno, en realidad, los dichosos tornos y el control, pero es que así queda más romántico, una simpática señorita nos asaltó muy sonriente con una pregunta ideal: ¿Os casáis? ¡Pues claro!, contestas tu muy contenta mientras tu chico te mira con cara de susto y sin más terminas rellenando no sólo ese, si no Los mil y un cupones para conseguir todo tipo de descuentos y promociones, que dicho sea de paso, nunca vienen mal, ¡Qué cosas! Pero después del sustillo inicial, hay que decir que todo fue de maravilla y muy agradable, a pesar de que elegimos la hora punta, aquí o se hace con riesgo o no se hace y punto. Descubrí unas invitaciones muy personales que me sorprendieron mucho (no tanto como unas exclusivas para móvil, mira que si te confundes de número...), unos zapatos de novia perfectos para mi, unos tocados que voy a recomendar a todas mis invitadas porque eran auténticas joyas, además disfruté mucho con los desfilesque había programados en horario de mañana y tarde.



Aquí os dejo algunos de los mejores momentos del álbum del día porque uno sólo se casa una vez y hay que hacer estas cosas, bueno a lo mejor unas cuantas y si no que se lo pregunten a la Taylor, ¡Olé!

Los lujos del amor


Que me gustan las joyas es algo innegable, casi podría decir que forma parte de mi naturaleza... ¡Qué soy mujer! Me gustan por la personalidad que pueden darle a un look y por la magia que esconden. Son capaces de arreglar o arruinar al más pintado, de árbol de navidad a mujer sofisticada hay un pequeño paso, creedme. La clase no es cosa sólo de quilates, ya se sabe, pero ese verde de aquellas esmeraldas colgando de las orejas de Angelina Jolie o ese azul del mejor zafiro de Ceylán, no se olvidan... ¡Ay qué me pierdo!
Pero claro, ya son palabras mayores si a una pieza espectacular le sumamos una historia de amor de película. Por eso mismo me he quedado embobada viendo la colección de joyas que la casa de subastas Sotheby's en su sede londinense saca a la venta el próximo 30 de noviembre. Un conjunto que perteneció nada más y nada menos que a Wallis Simpson (1895-1986), la duquesa de Windsor y a Eduardo VIII, quién renunció a su derecho a ocupar le trono de Inglaterra por amor para casarse con ella, una plebeya que además estaba divorciada. ¡Lo más! Broches, brazaletes, pulseras y colgantes y así hasta sumar 20 piezas de ensueño. Un lujo que bien merece unas libras, eso sí, así que de momento nos tendremos que abstener los tristes mileuristas... ¡Cachis!. Bueno, pero ahí os dejo dos de mis piezas favoritas.


Una pitillera de Cartier fechada en 1935 que en su tapa representa un mapa de Europa decorado con diamantes, piedras preciosas y esmaltes que forman el itinerario de un romántico viaje. Fue uno de los especiales regalos que intercambiaron los duques de Windsor después de su boda (150.000/ 200.000 £ - 170.501/ 227.335 €). Única.


O una mítica pulsera Panther también de la firma parisina en ónice y diamantes de 1952. Una de las joyas más emblemáticas de Cartier que no ha perdido ni un ápice de actualidad. Sigue de moda porque es preciosa, sin más. Lo que ya es otra cosa, que dejo a vuestro criterio, es su precio (1.000.000/ 1.500.000 £), más de un millón de euros en su estimación más baja, casi nada... No se si los diamantes son los mejores amigos de una mujer, pero desde luego hacen compañía... ¡Seguro!