The Sphere, March 1927

jueves, 29 de diciembre de 2011

Un capricho con historia

Después de pasearse y ver catálogos e imágenes de moda es fácil adivinar la importancia de la joyería y de la bisutería para crear los más variados estilismos. Yo tengo que decir que soy una fan absoluta de las joyas (como ya os he comentado en alguna ocasión), que me encanta su historia y cada vez que mi trabajo me lo permite escribo sobre ella.

Sé que no está la economía para hacer grandes inversiones pero si alguien se anima a invertir unos ahorros o a darse un capricho importante que lucir (desde 100 euros se pueden encontrar ejemplares de época que merecen mucho la pena), mi recomendación para hoy son las joyas isabelinas. Seguro que estáis pensando que me he vuelto loca pero muchas de las piezas que lleváis se inspiran en ellas.

Las joyas del reinado de Isabel II, hija de Fernando VII y María Cristina que sube al trono de España en 1843 (aquí me sale la vena académica... :)), fueron un marcado símbolo del prestigio social de la época, el triunfo de las mujeres escaparate, y hoy no tienen fecha de caducidad. Son ideales. Sus principales características: la opulencia y la exuberancia. Están presentes los diseños a base de flores, hojas, pámpanos e infinitos juegos vegetales cuajados de pedrería. Estos motivos naturalistas predominan sobre los geométricos y el gusto de los maestros franceses es muy reconocible, la reina los adoraba. Además de los engarces que son fantásticos y una de sus señas de identidad, fijaos a partir de ahora. Aquí os dejo algunas imágenes típicas para que elijáis.



Una curiosidad más. Durante estos años se produce el triunfo del brazalete. Desde el siglo XVIII se usaban las manillas, una especie de pulseras que se ponían en ambas manos, pero ya en el XIX las damas españolas se decantan por el brazalete, incluso se colocaban varios en el mismo brazo. ¿No os suena?

Feliz jueves :)

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